domingo, 18 de diciembre de 2011

Respuesta al Viejo Julio

17 diciembre de 2011
JULIO MARENALES | Integrante del Ejecutivo Nacional del MPP
“El impuesto a la concentración
de la tierra es una limosna”

El Frente Amplio es una herramienta pasajera para cumplir con una etapa "progresista" que "mejora" lo "malo" del sistema capitalista, pero a partir de ello y sin la herramienta de la coalición, se construirá una nueva "vía" para ir a "más". El razonamiento pertenece al histórico dirigente del Movimiento de Liberación Nacional - Tupamaros, Julio Marenales, que forma parte del Ejecutivo Nacional del Movimiento de Participación Popular (MPP), el sector que fundó el presidente José Mujica, mayoría en el conglomerado de grupos de izquierda.


 Por Martín Viggiano
 Polémico, romántico, pasional (¿marginal?), el ex guerrillero defiende sin tregua sus ideas y mantiene -a su estilo- las banderas del ‘60 que muchos compartieron pero que ahora pocos reivindican. En medio de una recepción diplomática en una coqueta residencia venezolana en Carrasco, Marenales dialogó con Ultimas Noticias. Whisky escocés en una mano, canapé en otra, el “obrero de toda la vida” (como se autodefine) aseguró que el impuesto a la concentración de la tierra es una “limosna”, pero advirtió a los empresarios del campo que “no se aflijan” porque su partido piensa “meterle una ley” para “limitar” la actividad.

-Hay mucha gente en la izquierda que habla de una “crisis” en la coalición. El vicepresidente Danilo Astori, por ejemplo, dijo en una entrevista con Ultimas Noticias que hay quienes en el Frente Amplio deberían tener claro los valores superiores como libertad, justicia y democracia. ¿Usted qué piensa?

-Está equivocado (Piensa). Este es un proyecto progresista, el Frente Amplio es una fuerza policlasista, que tiene a trabajadores y patrones, quienes son diferentes. Desde el punto de vista político tenemos que revisar eso, ¿por qué? Yo lo dije el otro día en un comité de base: Yo soy frenteamplista, ¿saben por qué? Porque el que come de la basura o no come, nosotros, los que intentamos cambiar la sociedad, no tenemos fuerza suficiente para corregir eso. Y a esa persona no le interesa la política, la democracia… no le interesa nada. Quiere comer. Entonces, como una fuerza progresista policlasista estamos avanzando y mejorando. Tenemos la posibilidad de seguirlo mejorando, porque el progresismo quiere mejorar el sistema y no cambiarlo. Yo lo digo públicamente y si alguien discrepa que me lo diga: el progresismo quiere mejorar lo más negativo del sistema capitalista. Estoy de acuerdo. ¿Hay que hacerlo? Bárbaro. Pero cuando lo logramos, ¿qué se debe hacer? Y ahí entra el trabajo político e ideológico que yo quiero desarrollar. O sea, soy interesado frenteamplista. Es más: el Frente Amplio entra dentro de nuestra estrategia, pero es la herramienta para esta etapa. Yo lo veo así. Ahora: yo quiero más…

-Y ese “más”, ¿qué implica, cambiar la herramienta Frente Amplio o qué?


-El “más” no me interesa cuál es. Yo estoy haciendo todo un cuestionario con interrogantes para presentar en talleres en febrero. La conclusión de una parte dice que estamos construyendo socialismo, pero no es socialismo, lo actual es una vía de transición hacia un objetivo. Entonces, en la construcción de esa vía, ¿cómo podemos construirla desde ahora en esa sociedad? Los que leemos historia sabemos que esa burguesía que domina al mundo ahora se gestó en los pequeñísimos grupos de la Edad media. Entonces nosotros, con una visión análoga de esta sociedad, ¿qué es lo que podemos ir construyendo diferente? Porque si queremos ser una vía para cambiar la sociedad, si todo lo que hacemos es con la escala de valores del presente, no generamos ningún cambio. Yo no tengo la solución, pero sí la inquietud, y por eso lo planteo. ¿Qué tenemos que hacer para ir construyéndola? Esa vía, ¿qué fundamento económico tiene?, ¿se puede hacer bajo la base de la concentración de la tierra o hay que ir creando otras cosas? Yo no tengo contestación, porque no la tiene nadie, y porque esa vía no se ha construido.

-No entiendo. Usted dice que para ese “más” del socialismo, ¿el Frente Amplio no es la herramienta?


-No, es para la etapa progresista, pero no para superarla.

-Entonces, ¿cómo es esa herramienta?

-Bueno, justamente, hay que meter cabeza. El problema de la vía hacia una nueva sociedad no está resuelto en ninguna parte del mundo. En Cuba están haciendo un experimento, ¡es un experimento! Y los venezolanos son otro experimento.

-Y en el MPP, ¿le siguen la cabeza?

-Ahí está el problema… abajo sí, pero arriba todavía no.

-Le pregunté sobre el encare de la política económica y sobre si considera que hay una disputa.

-Nosotros, en realidad, no tenemos un planteo alternativo. Así que tenemos que respetarla. Ahora, en donde sí he tenido críticas es en la inversión extranjera. Ahí sí. No sé lo que hay que hacer, pero así no debe seguir…

-El gobierno dice que es buena...

-Eso pasa porque en este país, con la seguridad de que van a cobrar, no tienen mucho dónde invertir, no me jodan, ¿a dónde se van a ir? ¿África? No, no tienen. Entonces vamos a aprovechar. Queremos que las cosas sean de otra manera.

-¿Qué se debe hacer con la tierra?


-Es un problema gravísimo. Hay una cosa que les dije a los compañeros: yo me voy a embarullar si avanzado este período no le dimos tierra a (Andrés) Berterreche (director de Colonización). Si no lo hacemos, ¿a quién tenemos que echarle la culpa?

-¿Comparte el proyecto del gobierno para gravar la concentración de la tierra?

-El impuesto a la concentración de la tierra es una limosna. Dicen que no va a contribuir a desconcentrar la tierra…

-Porque el que tiene para mantener un campo grande puede pagar el impuesto…

- Que no se aflija el campo, porque le metemos una ley limitándolo. Este es un problema y yo no veo preocupación por la discusión de estos temas.

Sin candidato del MPP a interna

-Hay mucha fantasía sobre su figura y la función que cumple en el MPP, ¿en qué temas trabaja?

-En la herramienta, en el MPP, que está débil y le falta ideología. La mayoría de los votantes del MPP no tienen ni idea de que somos socialistas, que somos el socialismo.

-¿Y por qué considera que están flojas esas ideas?

-Entre otras cosas porque hubo mucho tiempo en cuestiones electorales. Creo que vamos a tener que cortar con eso de pasar casi dos años de elecciones, con la interna y esto, que lo otro… que nos quita tiempo para hacer otras cosas. Aunque en las elecciones también tenés que jugártela, porque si no, quedás ahí, en banda.

-¿Considera que el MPP debe llevar un candidato a las elecciones internas del Frente Amplio?

-Que no sea nuestro. Yo no estoy de acuerdo en meter ningún compañero ahí.

-¿Por qué?

-Porque lo perdés, es como el presidente (José Mujica) y no tenemos tantos compañeros preparados como para andar perdiendo a uno siendo candidato en la interna. No, no, yo soy partidario de apoyar un candidato pero que no sea del MPP.




Respuesta al viejo Julio
Contradicciones existenciales del marenalismo

La “tesis Marenales” es avanzar en democracia con un frente progresista y policlasista para mejorar lo más negativo del capitalismo, proceso que permitiría acumular fuerzas en conciencia y organización hasta estar en condiciones de pasar a una etapa superior, la de la “vía” para cambiar la sociedad.


Esa tesis está siendo contrastada con la práctica desde que el progresista Vázquez asumió la presidencia de la república. A casi siete años de “mejora del capitalismo”, Marenales debería estar en condiciones de exhibir algún logro que permita avizorar, por lo menos, el pasaje a “otra etapa”. Por el contrario, mientras el progresismo se ha consolidado como primera fuerza electoral y electoralista, el MPP se transformó, de la mano de Marenales, Lucía, Bonomi y Agazzi, en un bruto pedazo de “gigante estúpido”,como lo ha definido el propio Marenales.


“Mujica trae los votos y con ellos formo los militantes revolucionarios ”, decía Marenales, pero el balance indica que en la misma medida que las ideas liberales llevaron de las riendas al progresismo, éste tironeó del cabresto al MPP (y al PCU) reduciéndolos a una política de lo “menos malo”, un camino de retroceso sin fin.


Mientras tanto Marenales goza de un espacio para presentar interrogantes cada año o cada semestre, en los congresos del MPP, en los comités de base y ahora en los talleres de febrero... interrogantes para los que no tiene soluciones. Parece más bien un proceso de des-acumulación de fuerzas... ¡todo lo contrario del propósito de Marenales!


Durante el período 2005/2011, en el camino de “limar las aristas más feas del neoliberalismo”, se instaló en Uruguay el capital extranjero. El paradigma fue el “modelo sojero”, un proyecto internacional que transforma al Uruguay en país productivo de materias primas para el desarrollo de los centros industriales. Al mismo tiempo, se instala el proyecto forestal-celulósico que tampoco es un proyecto propio para el desarrollo de un capital nacional; la propiedad privada entra a saco en las empresas públicas, se amplía y profundiza la brecha social y la enorme mayoría de los asalariados se transformó en “diez mil pesistas” que pueden comprar motos y comer un poco mejor, pero trabajan en negro y sus salarios se fijan por afuera de lo laudado en los consejos de salarios. Probablemente Marenales sienta que se avanza hacia algún otro lado, pero a uno, de cabeza dura nomás, se le ocurre que, como los dos gobiernos progresistas han facilitado y estimulado la instalación del capital extranjero, salvaje y depredador, se está empujando al pueblo asalariado hacia un desbarranque por el estilo de los de Grecia y España.


Marenales sostiene que apoya ese nefasto proyecto de “Uruguay productivo para el capital extranjero” porque no conoce nada alternativo para oponerse al discurso cotidiano de Astori, Lorenzo, Bergara y Yerú Pardiñas.


No hay tanto misterio, Marenales ¿qué tal si discutimos públicamente cómo luchar por el programa de Raúl Sendic?, aquel que apoyó el MLN con entusiasmo en el Acto del Franzini en 1987. Que en lugar de los “impuestitos a la concentración, que propuso el MPP (en cuya dirección está Marenales), Sendic proponía expropiar el latifundio sin indemnizaciones pasando la propiedad excesiva al control del Estado. Claro que, en lugar de ensañarse con Ney Thedy, la gente de Marenales que está en el Instituto de Colonización, tendría que pelear en serio contra los grandes propietarios de la tierra... En lugar de un presupuesto nacional cuya ley primera es pagar los servicios de la Deuda, Sendic proponía lisa y llanamente una auditoría para NO PAGAR, porque consideraba que esa deuda obedecía a necesidades de los prestamistas y bastante nos había robado ya. En lugar de financiar un presupuesto militar de un millón de dólares diarios para la compra de armas viejas para nuevos usos y para aumentar los sueldos de militares y policías, Sendic proponía recolonizar el campo abriendo oportunidades de trabajo a quienes pueblan los barrios periféricos de Montevideo y las ciudades del interior.


Tu propuesta de “avanzar en democracia para mejorar el capitalismo” no es muy novedosa, Marenales. Tomó estado público en 1955, cuando la aprobó el Congreso del PCU. Claro que, como Rodney Arismendi no ignoraba el despeñadero al que podía conducir el camino parlamentario y electoral, puso énfasis que “la clase trabajadora debía hegemonizar ideológicamente ese frente progresista y policlasista”, o sea, todo lo contrario de lo que ocurre hoy día, donde el 76% de los frenteamplistas, piden que regrese Tabaré Vázquez consintiéndole su actitud pro-imperialista de pedir ayuda a George Bush . ¿qué se puede esperar?.


Tal vez todavía es tiempo de discutir seria y públicamente la alternativa “volver a Raúl Sendic”, pues su propuesta va en sentido de “un país para los que trabajan” y confronta con las ideas socialdemócratas de los que gobiernan el Frente Amplio y el país (incluyendo a TU presidente y TU ministro de defensa). Tal vez esta sea el medicamento idóneo para que el MPP logre salir de su bobera.


Dicho sea al pasar: cuando la prensa de derecha te da tribuna, aunque no forman parte de tu discurso habitual, sería bueno que recordaras a los “cinco fusilados de Soca”, a Julio Castro y a todas las víctimas del terrorismo de Estado. También podrías haber dado tu opinión sobre la maniobra del comandante en jefe Pedro Aguerre (hijo)... ¿le crees o no? ¿piensas que es una “operación mentira” más o que es un gran primer paso como dijo Mujica?

Jorge Zabalza


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jueves, 15 de diciembre de 2011

Héctor Abad y las mujeres bravías



Agrego de mi cosecha:  Abad olvida que las mujeres bravas piensan. No utiliza el término “pensar” para nada, ni como sustantivo ni como adjetivo. Parece que lo bravío proviene solamente del carácter y de la voluntad.  Sin embargo ello no es así.
 Como están obligadas a luchar por emanciparse del dominio patriarcal, las mujeres con carácter bravía y voluntad rebelde, piensan con un sentido crítico más agudo que el de los burros machistas, quienes desde llevan milenios gozando del privilegio de ser amos y señores y, por lo tanto, no les interesa pensar críticamente las relaciones patriarcales que existen en beneficio suyo.  Esas mujeres pensantes, sí que son bravías!
Son las que revolucionan la sociedad patriarcal (relaciones de dominación anteriores a las burguesas) y logran que los burros machistas cobren conciencia del sometimiento y la explotación a que las sometieron desde siempre  y, en consecuencia,  empiecen a pensar! A lo que no estamos acostumbrados los patriarcas es a aceptar que nos contradigan  con razones y a que se debe fundamentar muy bien para discutirles.
A mi modo de ver la lucha por igualar mujeres y hombres es la misma lucha por la emancipación social. Las revoluciones que conquistaron el poder político y económico en el siglo XX,  no  cambiaron nada en las relaciones patriarcales y, por consiguiente, su democracia, por muy proletaria que se dijera, contenía el  principio antidemocrático del patriarcalismo.  Sin revolución social no habrá igualdad entre los géneros, pero sin una sociedad de mujeres “bravías” y hombres “bravíos”, iguales entre sí, la revolución social es una farsa. En definitiva, las más difíciles son las que conquistaron la igualdad por su propia acción liberadora y no están dispuestas a someterse a nadie... menos aún en el pensamiento crítico.
Abrazos fraternos
Tambero (por el Colectivo del blog  Noticias Uruguayas)


(Para quien no lo sepa, Héctor Abad nació en Colombia en 1958 y se recibió en Literatura moderna en Italia. Regresa a Colombia en 1987 cuando un grupo paramilitar asesina a su padre (médico defensor de derechos humanos y fundador de la que ahora es la facultad de medicina), pero vuelve a Italia por amenazas recibidas. Regresa en 1993, aproximadamente, y en la actualidad reside en Bogotá).
"ELOGIO A LA MUJER BRAVA"
Por Héctor Abad

Estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas.
A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran “no más usted me avisa y yo le abro las piernas”, siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas.. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.
¡Vamos hombres, por esas mujeres bravas!
Oro por que mis 2 hijas sean de éste maravilloso grupo y encuentren hombres que sepan apreciar a esta clase de nuevas mujeres !!!
No aceptes lo habitual como cosa natural.
Porque en tiempos de desorden,
de confusión organizada,
de humanidad deshumanizada,
nada debe parecer natural.
Nada debe parecer imposible de cambiar.

Bertolt Brecht

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Otra operación mentira


 

Al quedar probado que el maestro Julio Castro fue fría y alevosamente asesinado por uno o varios oficiales del ejército, la imagen de las fuerzas armadas quedó hecha un enchastre por enésima vez en los últimos cuarenta años. Es tan hondo el desprestigio, que el presidente Mujica debió reclamar rápidamente un pronunciamiento público de los altos mandos. De inmediato y buscando salir del paso lo más airosamente posible, los generales se declararon en estado de sesión permanente. . De puro suspicaz, uno se  atreve a sospechar que este zafarrancho de combate “limpieza de imagen” puede ser obra de la febril imaginación del ministro de defensa,  experto asesor en materia de preservación del prestigio y el honor de los militares.

Aunque no pidieran perdón a la sociedad, cosa que debieran haber hecho hace rato, parecía imprescindible una respuesta sincera que atenuara la indignación despertada por el descubrimiento del equipo de antropólogos. Al menos el reconocimiento de haber manejado el país a su antojo, como si fuera un gran cuartel, durante más de una década. Podían haber reconocido que  clasificaron en categorías a los uruguayos y las uruguayas para vigilarlos y verduguearlos mejor; que censuraron la prensa, el cine, el cancionero popular y hasta las misas; que quemaron libros y recortaron cabelleras, barbas y bigotes; que se robaron el presupuesto de la aviación civil y de metereología;  que sus razzias policiales llenaban una cuota de detenidos todas las noches; que prohibieron minifaldas y persiguieron la homosexualidad salvo en la Escuela Militar; y que, además de todo, falsificaron la historia nacional que enseñaron en las escuelas y los liceos. La concepción fascista que animó estas maldades no pertención exclusivamente a los Comandantes en Jefe, pero ellos fueron los principales ejecutores de la represión generalizada que lastimó severamente a todo un pueblo. El general Aguerre (hijo perdió la oportunidad de cambiar la historia.  

Se podía aspirar a que Pedro Aguerre (hijo) reconocería que el ejército torturó masiva y sistemáticamente decenas de miles de uruguayos y uruguayas, que los sometió a plantón y capucha, picana y submarino, golpes, colgada y  caballete, vejámenes varios y violaciones al por mayor. Que arrepentido de tanta inhumanidad, repudiaría el haber aplicado tan concienzudamente la metodología aprendida en la Escuela de las Américas, esa que EEUU continúa empleando y enseñando contra los pueblos del mundo. Imposible esconder el sadismo, la crueldad y la morbosidad de los uniformados tras la fachada de los Bordaberry, Aparicio Méndez, Juan Carlos Blanco y la caterva de reaccionarios que se integró a la dictadura. Hay una indiscutible responsabilidad del ejército como institución.

Se podía creer que Huidobro, inspirado, había convencido a Pedro Aguerre (hijo) para que  confesara públicamente  que el ejército es responsable de los asesinatos que cometió desde 1972 en adelante, los de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, William Whiletow y Rosario Barredo; de Luis Carlos Batalla en Treinta Tres; de Nelson Berreta, Blanca Castagnetto, Juan Diógenes Álvares,  Carlos Rodríguez Ducós, Aurelio Fernández, Eduardo Ariosa, Héctor Clavijo Quirque y Gustavo Couchet;  de Roberto Luzardo, Leonel Martínez Platero, Marcos Suárez Píriz, Bernardo Blanco, José Pérez Lutz;  de Daniel Banfi, Mario Camuirano, Luis Latrónica, Guillermo Jabif, Carlos Hernández Machado, Helios Serra, Eduardo Del Fabro, Julio Rodríguez Molinari y Luis Camacho en Buenos Aires; de Domingo Irazábal y Julio Larrañaga en 1974; de Celso Fernández,  Maria Karaian y Raúl Melogno en mayo de 1975; de Walter Medina;  de los “mártires de la 20”: Luis Alberto Mendiola, Elman Fernández, Raúl Gancio, Ricardo González, Justo Sena, Ruben López, José Abreu y Héctor Cervelli;  a los “cinco de Soca”: Graciela Estefanell, Daniel Brum, Floreal García, Maria Corbo y Mirta Hernández; de las “muchachas de abril”: Silvia Reyes, Laura Raggio y Diana Maidanik.  

Uno anhelaba que Huidobro hubiera convencido al comandante para que asumiera la responsabilidad por los asesinatos de Gerardo Alter y Walter Arteche, Leonardo de los Santos, Hugo Dermit, Juan Fachinelli, Pedro Lerena, Edison Marín, Eduardo Mondello y Walter Sanzó, que murieron cuando eran torturados por oficiales de ese ejército que se reivindica hipócritamente continuador del artiguista. Y, además, por los de José Artigas, Roberto Barbeito, José Campal, María Bonilla, Hugo Castro, Raquel Culnev de Mallarino, Jorge Dabo, Rodolfo Fernández Cúneo, Marcelino García, Miguel Goitiño, Jorge Leivas, Victorio Méndez, José Nieto, Ariel Ozer Ami, Mirtho Perdomo, Juan Pino Garín, Horacio Ramos, Yamandú Rodríguez Olariaga, Rodolfo Rolando, Edgar Sosa, Ángel Yoldi, Manuel Toledo y Adolfo Wasen, víctimas de homicidio por omisión de asistencia, mala praxis médica o, lisa y llanamente, homicidio con premeditación y alevosía cometidos en el Penal de Libertad y en el Hospital Militar.

¡Una lista impresionante de asesinados!

No se puede responsabilizar al ejército uruguayo por los homicidios de Rutilio Bentacur y Hugo Cacciavillani  (fueron los argentinos), los de Carlos Modernell y Antonio Vulcano (a manos de los colombianos) y los de Arazatí López López y Daniel Ferreira que corrieron por cuenta de los chilenos... pero no ahy dudas de que el ejército  es responsable de su participación activa y de su complicidad en las operaciones del Plan Cóndor, acciones decididas y orquestadas por las fuerzas armadas del Cono Sur, una campaña sistemática de secuestros de niños, vuelos de la muerte, desapariciones forzosas y asesinatos que contabilizó unos trescientos crímenes de lesa humanidad  cometidos por miembros del ejército uruguayo en complicidad  con los  chilenos, argentinos y paraguayos. Era de suponer que Aguerre (hijo), inspirado por el ministro, saldría a la prensa para hacerse cargo de tanta ignominia y reconocer la culpabilidad del ejército en esos crímenes con mucha vergüenza.

Eleuterio Fernández Huidobro fue de los primeros en organizar y convocar a la lucha guerrillera en el Uruguay. Es un hecho histórico  innegable. Por eso, Huidobro no puede eludir las responsabilidades éticas y morales que surgen de estar entre los que iniciaron un proceso donde perdieron la vida cientos de compañeras y compañeros. Uno podía pensar que Huidobro estuviera abrumado por toda esta sangre compañera derramada y que, además, aprovechandp sus bien trabajadas y trabajosas “relaciones íntimas” con la oficialidad, lograría hacer que el mensaje del ejército marcara un camino de verdad y justicia. Se podía esperar un mínimo de dignidad por parte de los protagonistas.

 “El Ejército Nacional no aceptará, tolerará ni encubrirá a homicidas o delincuentes en sus filas. Hoy estamos hablando de delitos, y esa es una línea que este comandante y su Ejército no traspasarán”, afirmó Aguerre (hijo) a la prensa y, por su intermedio, al soberano.

Si Aguerre (hijo) no quiere proteger ni encubrir delicuentes, tiene en sus manos los recursos necesarios para descubrir la verdad y denunciar los culpables en la justicia penal. Basta con revisar los archivos del ejército, identificar las unidades militares que actuaron en cada caso y pedir el procesamiento de los jefes de cada una de ellas, responsables jerárquicos de los crímenes cometidos por el personal bajo sus órdenes. Es muy sencillo, no tiene nada de misterioso. Con un poco de compromiso,  Aguerre (hijo), Huidobro y Mujica pueden abrir una brecha rumbo a la verdad y la justicia. Si no se investiga y descubre quienes fueron los mandos responsables, es porque, pese a los dichos en la prensa, la voluntad política es proteger y encubrir los criminales.

Desde la década del ’70, las fuerzas armadas vienen mintiendo descarada y públicamente para sostener la impunidad de los criímenes  de lesa humanidad. No tuvieron empacho en negar la tortura y las desapariciones forzosas con hipócritas e increíbles justificaciones. No sólo tergiversaron la información que daban al pueblo uruguayo, sino también a Venezuela cuando el secuestro de Elena Quinteros y a la mismísma comisión de DDHH de las Naciones Unidas.

Cuando la movilización popular amenazó con llevar a Gavazzo a la justicia en 1986, el general Medina sacó un comunicado minimizando y desvirtuando los crímenes del terrorismo de Estado como una “pérdida de puntos de referencia”. Culpando de los crímenes a una banda de delirantes y a la responsabilidad individual de unos pocos malvados, se  pretendió tapar con diarios la responsabilidad de la “Institución Armada”. De ese clima nació la ley de Caducidad.

Estos mismos generales al mando de Huidobro y de Aguerre (hijo) son los que mintieron a la Comisión para la Paz, mintieron a Madres y Familiares y corrieron a solidarizarse con el general Dalmao cuando fue procesado por el asesinato de Nibya Sabalsagaray. ¿Cómo creerles que no protegen ni encubren los crímenes cometidos por oficiales del ejército al que pertenecen?  

Ahora, cuando a confirmación de la infamia volvió a dejar el “prestigio” de las fuerzas armadas por debajo del nivel del mar, el ministerio y los mandos lanzan otra “operación mentira” para engañar y manipular a las organizaciones populares y a la opinión pública. “Este es un primer paso” dijo el presidente Mujica y repiten a coro muchos  personajes de la política y los medios de comunicaición. ¡No señores! Es otro paso más de una larga cadena de operaciones mentiras cuyo propósito es crear el clima subjetivo que necesita la impunidad, hacer digerir un sapo intragable, abrazarse con las culebras más peligrosas de estas tierras.

Luchamos por la memoria y, paradójicamente, padecemos de amnesia en el cortísimo plazo. Luchamos por la verdad y, sin embargo, creemos mentiras insostenibles. La ingenua credulidad abre paso a la impunidad.

Abrazos 
Tambero

martes, 29 de noviembre de 2011

Lenguas diferentes...

 CONCEPCIONES ANTAGÓNICAS.. .

Hace unos cuantos años, allá por 1996, cuando el MPP se oponía a todas las privatizaciones, con Helios Sarthou y José Mujica intentamos disuadir a Mariano Arana de su intención de entregar el Casino Carrasco al capital privado con el argumento de evitar pérdidas a la IMM (a propósito: ¿ha pasado últimamente por ahí? ¿no le parece que el capricho de Arana y Tabaré condujo al desastre?). Después de la extensa charla en que le planteamos otros puntos de discrepancia, al bajar por la escalinata de la explanada municipal, el Pepe nos dijo “no hay caso, parece que hablamos lenguas diferentes”.

Quince años más tarde, es evidente que Mujica adoptó el idioma de Arana con todos sus contenidos y es también evidente que los otros continuamos hablando en la lengua vernácula de la revolución social, el idioma de Vivián Trías y de Raúl Sendic, que en los ‘60 llevó al Partido Socialista al alejamiento de la II Internacional, a declararse “marxista leninista” (¿recuerda, Ornaldo?) y a afiliarse a las tesis de la OLAS  y los muchachos que postulaban la lucha armada.   

Le hablo de reforma agraria (expropiar sin indemnizar todos los campos que excedan las 2.500 hás, estatizar la gestión y la intermediación de las tierras expropiadas) y usted me habla del Instituto Nacional de Colonización, que ni siquiera se ha atrevido a arañar al latifundio. Ningunea la cuestión.

Le recuerdo, por si ya olvidó viejos manuales, que la reforma agraria es la  principal medida para liberar la fuerza productiva del propio capitalismo, encorsetada por el latifundio. No es un punto programático contra el capital, sino a favor de su desarrollo. Claro, se contrapone al  monopolio de la propiedad del mayor recurso natural del país, es el problema central a resolver por cualquier fuerza política que se proponga la conquista de una economía independiente de la oligarquía, pensada únicamente en beneficio del pueblo uruguayo, como se propuso y proponía el Frente Amplio.

En cambio, en los últimos diez años, la propiedad de la tierra se ha concentrado a niveles nunca vistos, el capital extranjero transformó la producción en monocultivo y se adueñó de la industrialización y la exportación de productos agropecuarios. Bajo el ala progresista de dos gobiernos estamos viviendo una tremenda contrarreforma agraria, cada vez menos son dueños de más tierra y cada día son mayores sus ingresos,  cada mañana esos pocos se levantan más lejos del nivel de la canasta familiar de los “diezmil pesistas”.  

Recuerde que en una de sus últimas intervenciones como ministro, Reinaldo Gargano, manejando cifras de Joaquín Echevers, también socialista, denunció que la política económica del gobierno progresista había dado como resultado la profundización de la brecha entre los más ricos y los más pobres. Alertaron, además, que el promocionado IRPF castigaba menos al capital que al trabajo... ¿de qué mejora en la democracia económica y social me habla? No diga bobadas.

Usted participó del Congreso del Pueblo y ahora descalifica las luchas de los sindicatos de hoy como “oposición cerril”, problema de “chacras”, “cuotas de poder” y algo de zoncera. Si se suscribe al Boletín del Instituto Cuesta Duarte del PITCNT, tal vez logre  entender que se trata de la batalla por la redistribución del ingreso nacional, los poderosos comiendo un trozo de torta cada vez más grande y los asalariados reducidos a los medrugos que les dejan. En lugar de tomar partido de buenas a primera por el gobierno y repetir religiosamente su propaganda, su viejo instinto de clase podría sugerirle que los trabajadores de la enseñanza algo de razón tienen, que tal vez no sean tan excelentes el Plan Ceibal y el Plan Mejora. ¡Tampoco  crea que ADEOM y COFE están en manos de los demonios, se lo pido por favor! ¡No sea tan prejuicioso y simple al opinar sobre las contradicciones entre los trabajadores y el Estado-patrón!

En la realidad capitalista  de todos los días, los desposeídos de poder, enormes masas de gente, que se creen libres de elegir un proyecto de vida, se ven obligadas a hacerlo donde y cómo deciden los dos o tres dueños del capital de quienes reciben un salario que siempre es mínimo con relación a la riqueza producida por el asalariado. Más que la fuerza física, los obliga a trabajar el fetichismo de la “demokracia” liberal, parlamentaria y burguesa, que los hace creer iguales ante la ley y con iguales posibilidades de desarrollo humano, creen que trabajando más y mejor alcanzarán el nivel de consumo que está del otro lado del vidrio que apretan con su ñata. El discurso de los caudillos progresistas apunta a oscurecer y trastocar esa realidad, contribuyendo a que el sistema funcione fluídamente y se perpetúe, a que los sometidos crean religiosamente en la fantasía de que, en las elecciones nacionales, eligen los representantes que aliviarán las penurias del pueblo desde sus bancas en el parlamento. Mujica y los suyos renunciaron al papel revolucionario de esclarecer y crear conciencia sobre la sociedad escindida en clases, eligieron el camino de la alienación y la locura. Usted, Ornaldo, los acompaña en su viaje por el purgatorio de los que que engañan a sabiendas, porque fueron y son concientes de que es imposible ser libres e iguales en el capitalismo. No veo nada productivo en continuar este intercambio que usted transforma en defensa cerrada de un gobierno de ex-guerrilleros contra otros ex-guerrilleros supuestamente responsables de colocar palos en la rueda y de los fracasos del progresismo, estúpidos que sabemos de la siempre presente necesidad de emancipación de los oprimidos y explotados del capitalismo global que usted admira.

emancipación social (de eso se trataba la polémica con Ignacio Martínezmuchachos muy emprendedores” de los que usted se burla, pues fueron Mujica y Huidobro quienes le “chamuyaron que si al ejército brasileño se le ocurría invadirnos era posible derrotarlo con una guerrita de guerrillas”.  ¿Qué torsión alienante lo hace olvidar que su adorado presidente de la república fue uno de los principales en pretender derrotar al ejército brasileño con una guerrillita?

En el plano estrictamente personal me permito responderle sobre dos de sus descalificaciones, las más agresivas que me propina y que anteriormente fueron hechas públicas por otros. UNO: Cuando desde 1985 los tupamaros decidimos agitar, entre otras cosas, la idea de autodefensa popular, no fue nada secreto. En las mateadas, en declaraciones, en MATE AMARGO y en TUPAMAROS (tuve el placer de dirigir ambos medios de prensa), se sostuvo el derecho del pueblo y de la militancia a defenderse de la violencia policial. Usted no tiene ni idea lo que fue el movimiento antirazzias en Montevideo, ni el boom de las ocupaciones de terrenos, ni los conflictos sindicales del transporte y de la construcción a principios de los ’90, anticipos de los hechos ocurridos en Jacinto Vera y todos ellos concresión de los métodos de autodefensa promovidos por la dirección del MLN hasta agosto de 1994. No rompí ningún código al decir lo que sabían los “servicios” y era conocido por toda la base del movimiento popular. Cuando quiera buscar transgresiones a los códigos de la ética militante y revolucionaria, apunte para otro lado. Ornaldo, cuando hubo que guardar secretos mano a mano con el demonio, pierda cuidado que conmigo, como con muchos otr@s compañer@s, los torturadores no lograron alcanzar su objetivo. ¡Déjese de bobadas, compañero!   

DOS: Sigo creyendo que calificar de “traidores” al grupo de ex-guerrilleros devenidos administradores políticos del Estado burgués, obstaculiza la investigación y el análisis de las causas profundas de ese hecho históricoque es el pasaje colectivo, multitudinario, a la vereda de enfrente.  Lo simple, banaliza el pensamiento aunque sirva para sacarse la bronca. Y, Ornaldo, en la tarea de buscar en la concepción los motivos del viraje vengo hace años, consecuentemente. De haber callado podría ser ministro.. ¿no le parece?, pero me e mantenido sin reenganchar con el “aparato” pese a los pronósticos de otros “aparatitos” interesados, que echaron a andar esa especie por los pasillos de laguna radio.

No tengo más interés en discutir con usted. Hay demasiados lugares donde seguir discutiendo la propaganda del gobierno.
Atentamente,  

Jorge Zabalza



Continuando el intercambio con Zabalza



Francamente me molestó el mote de “seis puntista” que Ud. utillizó en onda descalificadora. Los mejores amigos que tenemos en Suecia, todos son ex-seis puntos, compañeros formidables, solidarios, siempre dispuestos a dar una mano. Y cuando se vive en otro país es algo muy valioso, contar con un círculo de amigos confiables. Me honran con su amistad.

Además no tengo inquina contra alguien solo porque piense diferente. Aunque puede molestarme la forma en que lo exprese.

E insisto, no pregunto a nadie de donde viene, trato sí de saber hacia adónde va o por lo menos hacia adonde quiere ir. No tengo alma de Torquemada.

Y el otro motivo de bronca es que al entablar un debate, yo soy yo, no tiene ninguna importancia en qué sector de la izquierda me ubico, esa es una cuestión personal, tan personal como si uno es religioso, ateo, agnóstico o Testigo de Jehová ...!dios me libre! Y cuando aquí opino no lo hago en representación de partido alguno.

Superado el primer entuerto que amenazaba empiojar esta discusión no tengo el menor inconveniente en continuar el intercambio.



Haciendo una precisión, no aspiro que alguien se avenga a mi posición. Me doy por satisfecho si quien lee esto, aunque no comparta, entienda qué es lo que realmente pienso.

“...las Declaraciones de La Habana, cuyo llamado a las armas, si mal no recuerdo, aplaudió a rabiar Reinaldo Gargano como delegado del Partido Socialista a la OLAS en los ’60”

Ud. sabe que Reinaldo Gargano lamentablemente está muy enfermo, y es un compañero de izquierda, que podrá ser un adversario para Ud. para mí en cambio es un entrañable compañero y un hombre que desde su adolescencia hasta la fecha, dedicó su vida a la militancia política de izquierda. Nunca se situó en la vereda de enfrente. Tengamos pues la suficiente delicadeza, dejemosnos de joder y veamos también al ser humano en todo contrincante, sea quien sea.

En este intercambio yo podría, con todo derecho, dejarme llevar por la bronca, si no tuviera en cuenta que si bien Ud. es, en este presente, un compañero con el que no comparto el noventa y nueve por ciento de lo que propone, también es ese ser humano mostrado, con tan espartana contención en su artículo “Rehenes”.

“Lo más profundo de la derrota se descubre en el plano de las subjetividades, en el pasaje a aceptar resignadamente que el socialismo ya fué, que no es un problema del presente... sino de las generaciones venideras”.

Las direcciones políticas de los partidos de izquierda en Uruguay no han aceptado “que el socialismo ya fue”.

Pero el socialismo no se compra en la panadería de la esquina. Suscribo la idea de que “Sigue estando planteada la generación de una nueva mística que sostenga la utopía socialista y democrática, la participación en una ciudadanía ampliada a lo económico-social que [....] con el proyecto del socialismo autogestionario como horizonte, profundice y radicalice la democracia, construyendo un mundo mejor” (M. Laguarda, El socialismo en el siglo XXI pág. 36). De ello deriva que socialismo y democracia van de la mano. Son componentes indisolubles de un mismo proyecto.

A mi entender el Frente Amplio ,que no plantea ni se propone llevar al Uruguay hacia una sociedad socialista, es un preámbulo necesario para la construcción de la herramienta que se proponga el socialismo como meta. Y esto dependerá del arraigo que las ideas socialistas puedan tener en el pueblo uruguayo.

“... este primer tercio del siglo XXI es el del quiebre de la democracia burguesa. Ella está demostrando que no es un instrumento para el bienestar de los pueblos y, en consecuencia, está perdiendo el consentimiento de los dominados [y]....los que están empezando a recoger fracasos y derrotas son los dueños del mundo.”

Si hilamos fino es menester separar, por un lado, el embate que está recibiendo la democracia burguesa en Europa por parte de los –simplificando- especuladores financieros y por otro lado, cómo se producen cambios positivos –particularmente económicos- en América Latina. El progresismo, allí donde es gobierno, sin salirse del chaleco de fuerza del capitalismo pero marcando prioridades, ha logrado modificar las condiciones de vida de los pueblos latinoamericanos,.

¿Cómo explicarse la oposición cerril a un plan piloto que en principio comprende tan solo a veinte centros educativos? ¿Será que el Ministro de Educación y Cultura no tiene suficiente nivel académico?
La educación ha recibido el mayor presupuesto de su historia –que no funcione adecuadamente no es un problema del capitalismo sino de chacras, de soberbia, en suma; de una gran cuota de zoncera. ¿Cómo calificar la actitud del gremio de maestros que criticaron el reparto de ceibalitas? ¿Qué tienen en la cabeza?

A pesar de estos contratiempos, con el gobierno del Frente Amplio la gente vive mejor. Desde el Gobierno y particularmente desde la ética política de Mujica, se destaca el firme propósito de que todos los uruguayos tengan cubiertas sus necesidades básicas que no deben quedar libradas a las nada invisibles manos del mercado.

También se han ampliado los derechos centrados en las relaciones laborales consolidando la concertación entre Estado, empresarios y trabajadores a través de los Consejos de Salarios. Y se ha fortalecido una densa trama de protección social a los sectores populares.

“Si nada sirve... ¿cuál es la propuesta, pregunta Ornaldo? Pues, en Uruguay, desde el Congreso del Pueblo (1964) no quedó mucho para inventar en materia de programa”.

Participé como delegado en el Congreso del Pueblo. Si, soy un veterano que estuvo allí. Y lo que sigue vigente,en mi modesta opinión, es el mensaje subyacente del Congreso del Pueblo: la clase obrera fue capaz, en su madurez, de formular un programa que era beneficioso para el país. Allí no se propuso un camino socialista, sino simplemente un programa para el país, incluído el desarrollo económico que beneficiaba implícitamente a la clase social poseedora de los medios de producción. Es bueno releer el programa del Congreso del Pueblo y situarlo en su circunstancia histórica.

“...prefiero hablar del “programa de Raúl Sendic”, propuesto en 1985 a la salida de las cárceles y en el acto del Franzini (setiembre de 1987):

UNO: expropiar sin indemnizar los latifundios, estatizar las propiedades mayores de 2500 hás, pasar a administrarlas con formas populares de gestión y repoblar la campaña con los expulsados de la tierra que pueblan el cinturón metropolitano;

¿Qué impide, hoy día, que desde la base se apoye críticamente al Instituto de Colonización, y también se reclamen las tierras y los medios económicos y técnicos para su explotación? Pero por el camino no se pueden proteger avivados que no pagan las cuotas y se paran de punta haciendo valer credenciales que por su mal uso no se las podemos renovar.

DOS: impulsar un frente latinoamericano de países deudores para el no pago de la deuda externa, considerando que fue un negocio para resolver los problemas del capital ocioso y que ya ha sido suficientemente pagada con el hambre y la miseria de los pueblos;

Ha perdido vigencia, hoy día Brasil miembro latinoamericano del BRICS, (Brasil, Rusia,India, China, Sudáfrica) ofreció préstamos para ayudar a la Unión Europea!!!

TRES: estatizar la banca y los mecanismos de especulación capitalista, para recuperar el dominio de la economía nacional;

El B.R.O.U ha recuperado su papel, y en todos los planos predomina sobre la banca privada. No tengo noticias que AEBU tenga la estatización de la banca como un punto primordial en su plataforma de lucha.

CUATRO: congelar los grandes depósitos bancarios para financiar un aumento sustantivo de los salarios (que el ingreso de cada familia alcance la canasta familiar), incentivando de esa manera la demanda interna y creando puestos de trabajo para abastecerla.

La política económica y la del Ministerio de Trabajo de nuestro gobierno frenteamplista han permitido un aumento sustantivo de los salarios y un descenso notorio de la desocupación. Así que con métodos distintos a los propuesto por Raúl pero siguiendo lo esencial de su pensamiento, (mayor justicia económica) se ha logrado una mejora salarial para la clase trabajadora.

...estos “cuatro puntitos” [...]son un obstáculo para la conciliación de clases porque, para llevarlo adelante, es preciso estar dispuesto a confrontar fuerzas con la oligarquía (que existe, por supuesto) y con el capital extranjero,

Qué fácil se viene al suelo esa ilusión del pesito más y el consumismo a tarjetazo limpio!.

Los más ricos están más ricos. Cierto. Mi ferviente deseo es que se continúe por el camino de crear impuestos que reduzcan la acumulación de la riqueza.

Sin embargo, los situados por debajo del nivel de la pobreza, los pobres , los trabajadores y la clase media están mejor. Basta con escuchar los informes de los analistas económicos de derecha que no pueden negar la buena situación económica presente y entonces proyectan nubes oscuras hacia un futuro impreciso.

Ud. mismo destaca que hay un “consumismo a tarjetazo limpio”. Y deseo agregar que si alguien se ha preocupado en alertar sobre ese consumo exagerado y en aconsejar una mejor utilización de los ingresos de los asalariados, esa persona ha sido nuestro compañero Presidente.

Mientras exista el capitalismo seguirán existiendo sus consecuencias sociales: marginación, exclusión, pobreza, no habrá soluciones para educar al pueblo, ni para atender su salud, ni para alimentarlo. Es así de sencillo. Si uno quiere que se alivien las penurias hay que terminar con el capitalismo (por lo menos antes que él termine con el planeta y con todos nosotros).

a) Hace unos años, unos muchachos muy emprendedores nos chamuyaron que si al ejército brasileño se le ocurría invadirnos era posible derrotarlo con una guerrita de guerrillas. Hoy parece una broma de muy mal gusto. Resulta que Brasil tenía –números más, números menos- 1500 aviones, la marina más grande de América Latina y un ejército de unos 250.000 soldados.

b) Ahora el voluntarismo se vuelca en “confrontar fuerzas con el capital extranjero”.

Hoy día ya no podemos referirnos a una nación imperialista. Sobre las naciones planea y domina el capital especulador. Es el libre mercado mundial por encima del Estado.No sólo se trata de confrontar fuerzas con los inversionistas extranjeros en Uruguay que ya de por sí es tarea peliaguda. En el contexto que Ud. lo desarrolla, luchar contra el capital extranjero es luchar contra el sistema capitalista, contra ese capitalismo especulador que voltea gobiernos en Europa como si fueran muñecos de papel. Ya salieron Papandreu, Berlusconi y Zapatero; se aprontan Merkel y Sarkozy. Es tal la potencia de ese capitalismo especulador que no precisa gobiernos amigos ni a izquierda ni a derecha, un pequeño y poderosísimo conglomerado de empresas a escala mundial, que si se lo proponen pueden dislocar a la Unión Europea o pulverizar el Euro. En eso están. Este capital financiero que ha provocado la crisis económica que está viviendo el mundo, ha pasado de la esfera económica a la política. Y está barriendo con gobiernos elegidos democráticamente e imponiendo como en Grecia e Italia “gobiernos técnicos” que responden a los intereses de los círculos más concentrados del poder financiero.
En esta situación es imprescindible, desde un proyecto de izquierda, fortalecer al Estado si queremos satisfacer armónica y planificadamente las necesidades sociales. Y preparar un frente latinoamericano unido para cuando nos lleguen los coletazos de esta crisis económica de la que nadie tiene todavía suficiente información, como para pronosticar como se va a resolver y qué consecuencias inmediatas va a acarrear a nivel mundial.

Proponer que Uruguay con un PBI mucho menor a los ingresos anuales de Philips Morris, pueda confrontar con el capital extranjero es una exageración imperdonable.

Parto de la base que Ud. es sincero, honesto que realmente cree en las ideas que propone. Por esa razón es absolutamente imposible para mí comprender cómo es que Ud. no puede vivenciar lo evidente: que a pesar de que se mantenga el capitalismo en Uruguay; una cosa es soportarlo con un gobierno de la derecha digamos Bordaberry o El Guapo o Lacalle y toda su gente detrás, y otra cosa es con un gobierno frenteamplista. Esta afirmación se cimenta en una verdad muy sencilla: con el mismo Producto Bruto Interno, con el mismo volúmen de inversiones de capital privado, pueden mejorarse las condiciones de vida de la población o llevarla a situaciones de apremio económico.

Depende de la orientación económica que elija el gobierno de turno.

Alcanza, como predica la derecha, que el gobierno considere, que primero hay que hacer crecer la torta para después repartir. Y sabemos desde siempre que la torta misteriosamente nunca crece lo suficiente, y cuando crece mucho, tampoco hay derrame porque es de gobierno previsor y cínico, ahorrar para cuando lleguen tiempos difíciles. En un gobierno de derecha los únicos beneficiados son los ricos.

Cuando la torta se reparte a medida que va creciendo, como ocurre ahora, los ricos se vuelven más ricos pero los pobres no están tan pobres, todos los que viven de su salario comienzan a tener mejores ingresos y mejores condiciones de vida. Todavía el reparto es desigual, pero se vive mejor.

No quiero ser melodramático pero es bueno recordar que antes de llegar el Frente Amplio al gobierno,en Uruguay había niños que comían pasto.

Y ahora, pregúntele a los botijas de Bella Unión y zonas aledañas si no viven mejor.
Esto es objetivo: El ministro de Salud Pública, Jorge Venegas anunció que la mortalidad infantil en Bella Unión bajó de 28,9 cada mil nacidos vivos en 2004 a 6,8l. Esta cifra es inferior al promedio nacional, cuyo guarismo es de 7,7.
Tengo claro que hay una tensión constante entre la igualdad ciudadana constitucionalmente proclamada y la desigualdad que impone el sistema capitalista. No hay un capitalismo bueno porque su principio fundamental es el de la máxima ganancia. Pero es posible encauzarlo para que no se coma todas las gallinas.

En realidad, Ornaldo, no tengo otra propuesta que luchar contra el capitalismo y, en el curso de esa lucha, crear conciencia de los problemas esenciales de la sociedad (los valores morales y éticos de quienes serán los militantes del tránsito social hacia el socialismo y la sociedad sin clases y sin Estado).

Eso lo comparto en un cien por ciento, o los pueblos del mundo se unen para imponer un nuevo orden de valores o el capitalismo especulador acaba con el planeta.

Lamentablemente no creo que se pueda convencer a la clase propietaria para luchar contra el capitalismo, por eso debía alejarme de quienes están convencidos de que sí, de que pueden convencer a los capitalistas de ceder parte de su torta y de sus privilegios, de compartir sus ganancias y su poder.

Con apoyo popular un gobierno de izquierda puede, desde el Estado, ponerle reglas al mercado. No lleva a un cambio de sistema, pero al menos orienta y corrije las injusticias más notorias. Y ahí le cabe al Frente Amplio el papel de articulador de la sociedad con el propósito de profundizar esos cambios.

Cuando Mujica, Topolansky, Breccia y Huidobro quieren liberar esos “viejitos” ( “de mierda” agrega Roger Rodríguez, con razón) están emitiendo un mensaje político a las fuerzas armadas. Su posición no es por humanismo ni por grandeza de espíritu, es consecuencia del propósito de obtener el respaldo político de la organización mejor organizada, con mando más vertical y más armada. Es un política concreta en el contexto de la concepción conciliadora general.

Con respecto a los ”viejitos” no se me ocurre otra cosa, que se queden donde están. Pero Ud. sabe tan bien como yo, que a la larga, o se elimina al ejército (esa es mi posición) o se lo vuelve profesional y dedicado a sus jueguitos, o en el mejor de los escenarios se lo gana para la causa. Eso está en la tapa del libro, aunque le dan el nombre más prestigioso de “tener una política militar”.

Acerca de traiciones y traidores. Por mucho que insista no me convence. [....] En el caso del divorcio entre exguerrilleros estamos hablando de procesos muy colectivos, donde hubo mucha discusión PÚBLICA y donde el viraje fue consecuencia del desarrollo de una concepción. Por eso no los he calificado nunca de traidores. [...]Aunque no vaya ni a misa con el Pepe, (y aunque siempre se haga el sordo) todos los días estoy discutiendo su concepción “capitalismo en serio”, “capitalismo humanitario”, “olvido y perdón”, “conciliación de clases”, y más aún la estrategia “acuerdo con el imperialismo” que postula Tabaré Vázquez.

Desde la salida en 1985, el MLN no fue ningún movimiento clandestino aunque sí, [...] mantuvo una concepción revolucionaria, una de cuyas líneas era la práctica de la autodefensa. [....] una síntesis concreta de esa concepción fue la movilización en defensa de la libertad de asilo que se llevó adelante en las cercanías del Hospital Filtro. [...] no creo haber roto nigún código defendiendo aquello por lo que nos jugamos, por el contrario, es la forma de reafirmar lo que compartimos como correcto en aquél momento. ¿No estará usted cayendo en los que me achaca: crearse un mundo de “traidores”?

Es obligatorio ser reservado cuando uno tiene cargos de dirección o cuando la dirección nos confía información confidencial. Y los hechos que Ud. hizo públicos sobre la movilización en el Hospital Filtro, fueron luego utilizados por personajes a los cuales no se les debe dar “alpiste” (diría el Ñato), tales como García Pintos y Gianola.

En la militancia política –de cualquier partido o movimiento, de derecha o de izquierda- hay un contrato no escrito que compromete como mínimo a la debida discreción, a no difundir noticias que debieron quedar en un ámbito reservado, Ud. sacó de ese ámbito discreto una noticia que tenía la potencia de una bomba de fragmentación y eso no lo hizo por descuido sino “de a propósito”. Para que no cupieran dudas, las puso en letras de molde en un libro. Ud. filtró lo del Filtro, y eso no tiene vuelta.

Pero en este asunto entraríamos en la hondura filosófica de una discusión sobre los valores que cada uno tiene y sobre la aplicación de esos valores en la táctica o la estrategia política de la persona en cuestión.

Le propongo que ese punto lo dejemos por ahí, Ud. lo ve de una manera yo lo veo de otra. Y como la apreciación del término en cuestión es subjetiva podemos discutir un año sin ponernos de acuerdo. Algo así como la discusión que presencié entre dos buenas señoras. Era invierno, día nublado. Tenían en la mano ropa que habían bajado de la cuerda donde la habían tendido a secar. Una decía: “Esta ropa, está húmeda”. Y se la acercaba a los labios para percibirla mejor. La otra hacía lo mismo y afirmaba: “No está húmeda, está fría”. Tuvieron la sensatez de sentarse a tomar mate.

Supongo que cuando plancharon una pensaría que la estaba secando y la otra que le estaba sacando el frío.

Y para dar –de mi parte- por finalizado este intercambio, destaco como realmente importante que Ud. afirma que los dirigentes del MPP en cargos de gobierno no han traicionado los ideales del movimiento. Lo interpreto por la positiva, que Ud deja abierta una puerta a futuro. Porque como me recordó un amigo “En política como en la conga, siempre hay reenganches”.

Fraternalmente

Ornaldo Collazo

miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL CAMINO ELECTORAL NO HA ALIVIADO LAS PENURIAS DE LOS PUEBLOS

CONTRARESPUESTA DE ZABALZA Y RESPUESTA A ZABALZA

Empecemos entonces, como dice Ornaldo, por la letra “A”: la derrota sufrida por los pueblos del mundo y sus organizaciones revolucionarias a lo largo del último tercio del siglo XX. En esa redada caen todos, desde los que creyeron tocar el cielo con las manos en 1917, hasta los que se embarcaron en la epopeya latinoamericana tras el Ché Guevara, al influjo de las Declaraciones de La Habana, cuyo llamado a las armas, si mal no recuerdo, aplaudió a rabiar Reinaldo Gargano como delegado del Partido Socialista a la OLAS en los ’60, los pueblos y los revolucionarios sintieron la revolución ahí nomás, a la vuelta de la esquina, pero los poderosos del mundo los derrotaron, frustrando expectativas, quebrando espíritus y rebeldías, cambiando las gafas conque se miraba el mundo. Lo más profundo de la derrota se descubre en el plano de las subjetividades, en el pasaje a aceptar resignadamente que el socialismo ya fué, que no es un problema del presente... sino de las generaciones venideras. La postergación por tiempo indefinido de las luchas revolucionarias ha sido el gran negocio del capital en el siglo XX.

Usted, sin embargo, no está resignado, se hace preguntas y se plantea problemas y... pese a que comenzamos mal, acepta el debate de ideas, condición primaria e ineludible para cambiar el mundo. Luego ése es el propósito subyacente en este intercambio aunque no lo hayamos explicitado ninguno de los dos. No sólo me da la oportunidad de salir de la cueva, usted también lo ha hecho. ¡Bienvenido al ruedo, pues!

Bienvenido sobretodo porque este primer tercio del siglo XXI es el del quiebre de la democracia burguesa. Ella está demostrando que no es un instrumento para el bienestar de los pueblos y, en consecuencia, está perdiendo el consentimiento de los dominados, elemento subjetivo básico para continuar ejerciendo el poder de manera pacífica. Creo que el deterioro de la confianza en los mecanismos parlamentarios y electorales, es el rasgo que caracteriza más claramente el momento que vivimos en todo el mundo, desde los EEUU (donde los que votan son una minortía frente a los que se abstienen) a los países europeos, donde la gente sale a las plazas a buscar la democracia perdida. Si en el siglo pasado nos dieron la paliza a los que queríamos hacer una revolución, en este comienzo de siglo los que están empezando a recoger fracasos y derrotas son los dueños del mundo .



Si nada sirve... ¿cuál es la propuesta, pregunta Ornaldo? Pues, en Uruguay, desde el Congreso del Pueblo (1964) no quedó mucho para inventar en materia de programa. Sin embargo, para no quedar anclado en el pasado, prefieron hablar del “programa de Raúl Sendic”, propuesto en 1985 a la salida de las cárceles y en el acto del Franzini (setiembre de 1987):

UNO: expropiar sin indemnizar los latifundios, estatizar las propiedades mayores de 2500 hás, pasar a administrarlas con formas populares de gestión y repoblar la campaña con los expulsados de la tierra que pueblanc el cinturón metropolitano;

DOS: impulsar un frente latinoamericano de países deudores para el no pago de la deuda externa, considerando que fue un negocio para resolver los problemas del capital ocioso y que ya ha sido suficientemente pagada con el hambre y la miseria de los pueblos;

TRES: estatizar la banca y los mecanismos de especulación capitalista, para recuperar el dominio de la economía nacional;

CUATRO: congelar los grandes depósitos bancarios para financiar un aumento sustantivo de los salarios (que el ingreso de cada familia alcance la canasta familiar), incentivando de esa manera la demanda interna y creando puestos de trabajo para abastecerla.

Casi que hasta los últimos días del siglo XX, el programa de Sendic fue sostenido e impulsado por el núcleo de exguerrilleros que hoy nos gobiernan, cuando desde “Mate Amargo” y Cx44 argumentaban contra el programa que pretendiera satisfacer las necesidades del trabajo y del capital al mismo tiempo, al que consideraban pura superchería, una simple falsificación ideológica.

Claro, claro, estos “cuatro puntitos” dijera Sendic, son muy sesgados socialmente, favorecen únicamente al pueblo asalariado y perjudican a los dueños del Uruguay, por consiguiente son un obstáculo para la conciliación de clases porque, para llevarlo adelante, es preciso estar dispuesto a confrontar fuerzas con la oligarquía (que existe, por supuesto) y con el capital extranjero, disposición que se contrapone al propósito de captar los votos de las capas medias para ganar las elecciones nacionales. “Se puede renunciar a todo menos a la victoria electoral” dijo más o menos Huidobro en el Congreso del Frente Amplio, renunciando a56 la Verdad y la Justicia nada más ni nada menos. El triunfo del 2004 se obtuvo gracias a la rebaja del programa, gracias al viaje emprendido hacia el liberalismo por el “progresismo” socialdemócrata.

En consecuencia, Ornaldo, con todo respeto, le digo que la vía electoral sólo sirve para elegir un elenco que haga la “ficción” de gobernar, encubriendo al gobierno real del mundo, como dice Eduardo Galeano. La vía electoral sólo sirve para sostener una ilusión de democracia, no es un camino para acumular fuerzas para luchar por un programa popular realmente democrático. ¿No es así en Europa?, En Uruguay, usted recordará, las luchas populares fueron el mayor generador de conciencia de la necesidad de aplicar ese programa. Nadie hizo por la reforma agraria más que las marchas de UTAA por tierra para el que la trabaja. El pueblo uruguayo nunca tuvo más fuerzas acumuladas tras su programa que en el período previo al golpe de estado, cuando se lucha en todas las formas y por todos los medios para derribar a la oligarquía del poder.



En cinsecuencia, pese a lo que usted me dice, la vía electoral ha demostrado que no es el camino para aliviar las penurias esenciales de nadie. Ni en Nicaragua, ni en El Salvador, ni tampoco en Uruguay o Argentina han aliviado nada. En todos esos países ha crecido la “brecha social”, o sea que, con gobiernos socialdemócratas y con ex-guerrilleros en el gobierno, los más ricos son cada vez más ricos y los más pobres cada vez más pobres. Le diré que los más empobrecidos tienen en su bolsillo un “pesito” más que en la crisis del 2002, hecho innegable y fundamental para amansar rebeldías, pero la desconformidad está ahí, al acecho, porque para nada se han resuelto los problemas de fondo, ni siquiera se ha encarado su solución. Estos gobiernos progresistas se han limitado a admnistrar analgésiscos que alivian el dolor pero no combaten la enfermedad...y eso sí, hacen tremenda propaganda con los perifar que reparten. ¡Qué fácil se viene al suelo esa ilusión del pesito más y el consumismo a tarjetazo limpio!. Y la des-ilusión arrastra a los Zapatero y a los Papandreu y a todos quienes los apoyaron electoralmente creyendo que por esa vía podían encontrar soluciones para las necesidades populares.

Ornaldo si usted quiere una receta positiva en el sentido de “cómo aliviar ya las upenurias esenciales de nuestro pueblo”, le debo confesar que no la tengo y que no creo que la haya. Mientras exista el capitalismo seguirán existiendo sus consecuencias sociales: marginación, exclusión, pobreza, nohabrá soluciones para educar al pueblo, ni para atender su salud, ni para alimentarlo. Es así de sencillo. Si uno quiere que se alivien las penurias hay que terminar con el capitalismo (por lo menos antes que él termine con el planeta y con todos nosotros). En realidad, Ornaldo, no tengo otra propuesta que luchar contra el capitalismo y, en el curso de esa lucha, crear conciencia de los problemas esenciales de la sociedad (los valores morales y éticos de quienes serán los militantes del tránsito social hacia el socialismo y la sociedad sin clases y sin Estado). Lamentablemente no creo que se pueda convencer a la clase propietaria para luchar contra el capitalismo, por eso debía alejarme de quienes están convencidos de que sí, de que pueden convencer a los capitalistas de ceder parte de su torta y de sus privilegios, de compartir sus ganancias y su poder. Esa es la razón de fondo del divorcio entre los exguerrilleros, cuya mayoría provino, como usted mismo, de filas socialistas.

Cuando Mujica, Topolansky, Breccia y Huidobro quieren liberar esos “viejitos” ( “de mierda” agrega Roger Rodríguez, con razón) están emitiendo un mensaje político a las fuerzas armadas. Su posición no es por humanismo ni por grandeza de espíritu, es consecuencia del propósito de obtener el respaldo político de la organización mejor organizada, con mando más vertical y más armada. Es un política concreta en el contexto de la concepción conciliadora general.



Acerca de traiciones y traidores. Por mucho que insista no me convence. El traidor cambia de bando (o rompe lealtades como dice su diccionario) en la más absoluta soledad, es una actitud individual y, sobretodo, repudiada por el colectivo que se abandona y menospreciada por el bando que se beneficia con la traición. Así fue Amodio Pérez, así fue el Charletta Guldenzof (no sé si el nombre está bien escrito). En el caso del divorcio entre exguerrilleros estamos hablando de procesos muy colectivos, donde hubo mucha discusión PÚBLICA y donde el viraje fue consecuencia del desarrollo de una concepción. Por eso no los he calificado nunca de traidores. Con Amodio no discuto, no hay una concepción con la cual discutir. Aunque no vaya ni a misa con el Pepe, (y aunque siempre se haga el sordo) todos los días estoy discutiendo su concepción “capitalismo en serio”, “capitalismo humanitario”, “olvido y perdón”, “conciliación de clases”, y más aún la estrategia “acuerdo con el imperialismo” que postula Tabaré Vázquez.



Desde la salida en 1985, el MLN no fue ningún movimiento clandestino aunque sí, como lo comprueban los documentos de sus Convenciones Nacionales, mantuvo una concepción revolucionaria, una de cuyas líneas era la práctica de la autodefensa. Cortando grueso para no aburrir: una síntesis concreta de esa concepción fue la movilización en defensa de la libertad de asilo que se llevó adleante en las cercanías del Hospital Filtro. Participaron decenas de compañer@s en las medidas de autodefensa puestas en prácticas en la ocasión, no creo haber roto nigún código defendiendo aquello por lo que nos jugamos, por el contrario, es la forma de reafirmar lo que compartimos como correcto en aquél momento. ¿No estará usted cayendo en los que me achaca: crearse un mundo de “traidores”? Le confieso que, por sobretodo, creo equivocado emplear la descalificación como método para debatir y por eso debo diculparme con usted. Me resultaría muy sencillo decirle “me informaron mal, no es culpa mía”, pero en realidad, me siento responsable de haber utilizado el término “seispuntista” en un sentido descalificador. Tengo bastante años de militancia como para haber dejado de lado la información que me pasaban y también para no caer en lo que critico a los demás: descalificar al contendor en el debate. No me queda otra que disculparme y entender su indignación. Espero que en adelante mi error no sea obstáculo para continuar lo más fraternalmente posible el debate.

Saludos

ORNALDO es SOCIALISTA, nunca fue MPP, ni SEIS PUNTOS!

Despacito y por las piedras, en primer lugar muy correcto decir que "pasé" por las filas del MLN(T), porque justamente ni siquiera pertenezco al MPP, aunque tengo excelentes amigos entre sus militantes. Le sugiero humildemente que le de un tirón de orejas o en zona pudenda, (según sus preferencias) al alcahuete que agregó lo de "seispuntista". Tampoco vivo en Malmö, cualquiera que se fije en la guía telefónica puede saber mi dirección.
Es una información falsa. Repite el método cotidiano de El País, distraer con un título mentiroso para, en este caso, comenzar poniendo en duda la seriedad del oponente.
Para escándalo público de los purasangre de la izquierda autóctona, diré que soy amigo de muchos ex-seis puntos, gente de bien a la que admiro y respeto. Pero nunca pertenecí a ese grupo, porque en la tarea política fui una persona con mucha disciplina, pero cuando se trata de pensar por la libre, me considero medio orejano.  Del escudo uruguayo, el campo que más me gusta es ese del caballito, porque representa la libertad.  
Y a esta altura de la vida no pregunto a la gente de donde viene, sino adonde va. Admitiendo que cada uno carga con todo su pasado. “Cada paso que das es para siempre. No puedes eliminarlo” (Cormac McCarthy)

Por otra parte noto que Ud. tiene la manía de clasificar a la gente. ¿Lleva un fichero de inteligencia como los que te jedi?
En ese caso póngalo al día. Hace más de treinta años que un juez militar me condecoró con una misérrima "Asistencia a la Asociación para Delinquir", que si hubiera pasado por un juez civil entraba por una puerta y salía por la otra. Nada heroico por lo que ve. Me considero una pieza rara en la oferta izquierdosa.  Podría, aprovechando que queda "bian", adjudicarme algunas acciones heroicas para admiración de las actuales y futuras generaciones. Total, ahora es gratis. Promete buen rédito y a muy corto plazo.
No represento a nadie, soy un viejo medio boludo que de vez en cuando piensa y muy de lejo en lejo opina. Y lo hago entre amigos o conocidos, sin tener un ojo puesto en la línea política de mi partido.  No busco publicidad, nunca escalé y ahora padezco de lumbago político. Cualquier nabo puede voltearme del primer escalón.
Con respecto a su desafío para que demuestre cuándo fue que Ud. dijo que algunos tupas con cargo en el gobierno, son unos traidores, debo contestarle en honor a la verdad que así de esa manera estaría en la obligación de retirar mis dichos. Pero, siempre hay un pero, yo me refería a la acepción primera del diccionario de la RAE, que dice; Traición 1. f. "Falta que se comete quebrantando la fidelidad o lealtad que se debe guardar o tener".
Por ejemplo: (Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia)
Si una persona tuvo cargos de dirección en un movimiento clandestino, y participó en una acción en una camioneta donde estaban connotados dirigentes que hoy detentan altos cargos de gobierno y esa persona sin haber sido sometida a presiones ilegales, voluntariamente,  deschava que hubo cocteles molotov y otras chucherias, las malas lenguas podrian considerarlo comprendido en la definición citada up supra.  
Y también debería ser aplicada a “esos personajes que hoy nos gobiernan y con los cuales no voy ni a misa" que son los que ahora están "amparando el surgimiento de una fuerza con la autoridad moral de haber luchado armas en mano por la Revolución, pero que promueve el capitalismo y firma con los empresarios el acuerdo del Conrad y con los militares los acuerdos conocidos y otros todavía por conocer".
Si están haciendo arreglos a lo oscurito, ¿qué son?

Y ahora sí entro en materia. No he sacado a luz ninguna clase de rumores, leí el intercambio aparecido en "La Diaria" y opiné para un círculo muy reducido y como es mi costumbre adjunté la dirección donde podía leerse el original del material comentado. Nada más. Mi comentario era bien de rueda de boliche pero resulta que en esa intimidad había un cristiano de apellido "Fuentes". Y el asunto tomó difusión masiva.
Si de esta manera le di a Ud. oxigeno para salir a la superficie, en verdad, lo lamento de “en deveras”.
Dejando de lado lo anecdótico considero que lo que realmente tendría que estar en discusión es, por ejemplo,: ¿cuál es la esencia del imperialismo, hoy día? ¿En qué aspectos ha cambiado desde Lenin al presente?
En esta etapa, teniendo en cuenta el mundo que nos rodea y las fuerzas que juegan, ¿Hay otra alternativa mejor que el progresismo en latinoamérica? ¿Qué es este progresismo nuestro?
Los latinoamericanos, considerando el derrumbre de la URSS y el desastre al que se encamina la actual propuesta socialdemócrata en el mundo, ¿seguiremos siendo tomadores de la ideología europea o debemos generar un pensamiento propio que refleje nuestra cultura y los reales problemas de nuestros pueblos?  Analizado rigurosamente, ¿es correcto afirmar que son neoliberales las políticas económicas en Uruguay, Argentina y Brasil, o son una respuesta diferente encaminada a restablecer una suerte de estado de bienestar?
Y estas interrogantes no se resuelven a las puteadas, sino estudiando, analizando, intercambiando ideas y respetando al otro.
Ud. plantea a mi entender acertadamente que se ha dado en nuestra izquierda "el predominio de la ideología progresista, que frenó y distorsionó la visión marxista que predominaba en el movimiento popular,  fue un proceso colectivo donde participaron montones de militantes entusiasmados con los éxitos electorales". Un matiz nada menor es que en realidad la “visión marxista” predominaba en los cuadros dirigentes no así en la masa popular, prueba de ello es la votación histórica de los partidos Comunista y Socialista o lo que es lo mismo, los gobiernos de Gestido-Pacheco, Sanguinetti, Lacalle, Sanguinetti, Batlle.
Pero lo invito a que también atienda dialécticamente el otro polo de esta contradicción, me refiero a la derrota de todas las revoluciones latinoamericanas posteriores a la cubana. Después de los padecimientos de los pueblos salvadoreños, guatemaltecos, nicaragüense, por citar los más notorios, veamos cual ha sido el resultado de esas luchas. En dónde está cada uno de ellos. ¿No tienen esos pueblos –todos los pueblos- el derecho a buscar una vía electoral y por consiguiente democrática que al menos le alivie penurias esenciales?
Tengo la más firme convicción que es inmoral seguir predicando aquel tipo de lucha donde se sacrificaba a una generación con la promesa de vida venturosa para la generación siguiente. Y los casos citados son ejemplos de promesa que resultó incumplida. 
Ud. escribre: "nadie está llamando a tomar las armas en Uruguay" . Pero entonces, si nos decantamos por la lucha democrática, de lo que se trata es llegar al gobierno con la mitad más uno de los votos. Y así poder gobernar aplicando un programa que fue propuesto a la ciudadanía. Y ese programa, aquí y ahora, no puede ser socialista por la muy sencilla razón que en el conjunto de la población no hay una mayoría socialista que reclame o al menos acepte un programa socialista de cambios radicales.
Y al fin de cuentas ¿Qué se entiende por un programa socialista, al día de hoy, con la flojera ideológica que reina en todos los partidos de izquierda?

Lo han dicho hasta el cansancio politólogos, sociólogos, políticos de derecha y de izquierda: El Frente Amplio es una conjunción de fuerzas que acordaron un programa de gobierno. Que nunca se propuso asumir el gobierno para establecer el socialismo. Ese Frente Amplio fue apoyado por el Movimiento 26 de marzo ¿O no?
Y tanto en su escrito en La Diaria como en la respuesta que me dirige, Ud. aparece anclado en las luchas pasadas que no desconozco y de las que fui partícipe, y las valoro como el antecedente inmediato de los movimientos sociales y políticos de este presente que nos toca vivir. En cambio no encuentro, y esa es mi crítica central;  una propuesta, un programa, un proyecto de país que se contraponga o tienda a superar lo que está llevando a cabo el Frente Amplio en el gobierno.
Para mí es imposible compartir el núcleo duro de su pensamiento: “Son tiempos de estacas, de clavarse en la izquierda revolucionaria y resistir los embates y los cantos de sirena. De esperar al acecho”. ¡Esperar al acecho!. ¿A eso se reduce toda su propuesta política?
Y para finalizar,
a)      Admiro que Mujica después de todo lo que padeció a manos de los militares, tenga la grandeza de espíritu de la que yo carezco. No entra dentro de mis preocupaciones inmediatas,  aliviarle las penas de prisión que con toda justicia les correspondieron, a los "viejitos" presos en Domingo Arena. Si ahora están viejitos, es porque zafaron durante una punta de años gracias a la ley de impunidad. Hoy abolida!!!
b)      No estoy de acuerdo con que Uruguay tenga tropas en Haití. Uno de los días de mayor frustración fue cuando recibí la noticia de la renuncia de Guillermo Chifflet a su banca de diputado. 

Si de volantear se trata yo también puedo hacerlo. Especialmente para contrarrestar su afirmación sin pruebas con respecto al seispuntismo. No pienso maquillar mi pasado, pero no admito que me lo pintarrajeen gratis. Si ese es su estilo, es un estilo realmente jodido.
Y como se definió Galeano: “No me arrepiento de nada. Yo también soy la suma de todas mis metidas de pata.” Pero de las mías no de las que me adjudiquen en forma irresponsable.
¿Ta?

Fraternalmente
Ornaldo