domingo, 7 de marzo de 2010

Che Guevara, el hereje

UNO: En octubre de 1967, la muerte encontró a Ernesto Guevara redactando el prólogo de un libro de economía política, que pensaba escribir más tarde y venía madurando desde 1959 por lo menos. No fue a Bolivia con voluntad de hacerse matar, como sostienen ciertos historiadores. Fue a hacer la revolución en todos los sentidos.-

Leamos algunos párrafos de ese prólogo, donde se refiere al manual de economía política de la academia de ciencias de la URSS, una biblia que muchos todavía estudian y repiten con devoción:

“Al comenzar un estudio crítico del mismo,(el manual de la URSS) encontramos tal cantidad de conceptos reñidos con nuestra manera de pensar, que decidimos iniciar esta empresa –el libro que expresará nuestros puntos de vista- con el mayor rigor científico posible y con la misma honestidad. “(...)”Creemos importante la tarea porque la investigación marxista en el campo de la economía está marchando por peligrosos derroteros. Al dogmatismo intransigente de la época de Stalin ha sucedido un pragmatismo inconsistente.

Y, lo que es trágico, esto no se refiere sólo a un campo determinado de la ciencia; sucede en todos los aspectos de la vida de los pueblos socialistas, creando perturbaciones ya enormemente dañinas pero cuyos resultado finales son incalculables.

En el curso de nuestra práctica y de nuestra investigación teórica llegamos a descubrir un gran culpable con nombre y apellido: Vladimir Ilich Lenin.

Tal es la magnitud de nuestra osadía. Pero quien tenga la paciencia de llegar hasta los últimos capítulos de esta obra, podrá apreciar el respeto y la admiración que sentimos hacia ese “culpable” y hacia los móviles revolucionarios de los actos cuyos resultados últimos asombrarían hoy a su realizador”.-

Al igual que el par de generaciones de revolucionarios que encabezó, Guevara se sentía hijo de Marx y de Lenin. De la misma manera que los científicos modernos se sienten hijos de Newton y Einstein.-

Sin conocer El Capital no se es economista en el pleno y honroso sentido de la palabra”, decía el Ché, sinque ello le impidiera, para nada, declarar públicamente que, a su entender, algunas de las afirmaciones de Marx y Engels no habían sido refrendadas por la práctica.-

Es que los propios Marx, Lenin, Newton, Darwin y Einstein también debieron enfrentar dogmas oficiales. El espíritu de creación es ajeno a la aceptación sumisa de las verdades infalibles de los vaticanos que regentean los más diversos aspectos del conocimiento humano. Solamente siendo un redomado hereje, crítico hasta de los propios padres del pensamiento revolucionario, el Ché Guevara podía proponerse cambiar el mundo. ¡Viva la herejía!.-

DOS: Según Carlos Tablada, el modelo de planificación económica de Guevara, opuesto al soviético, “no estaba expuesto ordenadamente en un libro, en una obra metodológica, coherente, sino que estaba desperdigado en docenas de artículos polémicos, cartas, grabaciones y en la obra viva del funcionamiento de 152 empresas industriales, con más de 2200 unidades de producción y con más de 200 mil trabajadores a lo largo de toda Cuba”.-

Al salir Guevara hacia África y Bolivia, quedaron muy acotadas las posibilidades de adoptar su modelo y la Cuba revolucionaria cayó en manos de la planificación burocratizada, copia fiel de las recetas soviéticas.-

Pese a todo, Tablada afirma que “muchas de las empresas que funcionaron bajo el sistema organizativo del Ché, conservaron durante años sus principios de control y funcionamiento contra la corriente general”.-

Años más tarde, en 1988, Fidel se hacía eco del ideario del Ché Guevara: ”como lo habíamos nombrado Ministro de Industrias, él se vió obligado a organizar la producción socialista y a aplicar métodos, contabilidades, muchas cosas, y tiene muchas ideas muy originales, pero era terminantemente opuesto a utilizar las categorías capitalistas, ganacias, tenta, todo ese tipo de cosas en la construcción del socialismo, porque decían que adquirían fuerza per se después, porque se escapaban a todo control”.-

Y remataba Castro, “soy contrario a la utilización de los mecanismos del capitalismo en la construcción del socialismo. Eso estaba muy arraigado en el Ché, primero que nosotros, él llegó a estos criterios...”.-

El Ché sostenía que la utilización de la ley de valor y del mercado –que implican la generación de plusvalía y su apropiación por alguien- únicamente puede conducir al capitalismo. Lo que no se entiende como hay quienes, hoy, en este siglo XXI, son capaces de homenajearlo (claro, reditúa votos sobre todo en la juventud) y al mismo tiempo, sostener que el único camino posible es el capitalismo con redistribución del ingreso. Si ese es el criterio de justicia social...¿qué hicimos cuando nos lanzamos tras el ideario del Ché?

TRES: En su modelo, Guevara apuesta a la conciencia como fuerza material de la producción y la economía socialistas. El copismo significaba introducir el capitalismo de contrabando bajo la forma de los estímulos materiales y la emulación (¿otro nombre para la competencia burguesa?).-

“Es el deber social del individuo el que lo obliga a actuar en la producción, no su barriga”, decía Ché Guevara que, más adelante, agregaba, “el interés personal debe ser reflejo del interés social, basarse en aquél para movilizar la producción es retroceder ante las dificultades, darle alas a la ideología capitalista”.-

No apostaba a los cuatro platos de comida ni al conformismo. Se jugó al sentido social del individuo, al espíritu que lo lleva a la lucha revolucionaria. Ernesto Guevara jamás fue bombero, siempre sembrador de incendios, de insurrecciones.-

La herejía del pensamiento y lo insurrecto del espíritu son la única garantía de que un proceso político conduzca al socialismo y a una sociedad sin estado ni clases sociales.-

CUATRO: Ese prólogo inconcluso de su libro no escrito sobre economía política, Guevara lo fue garrapateando en las serranías andinas, en medio de marchas agotadoras, rupturas de cerco y ataques de asma. ¡Cuánta necesidad de transmitir sus preocupaciones y proyectos!

“Muchos sentirán sincera extrañeza ante este cúmulo de razones nuevas y diferentes, otros se sentirán heridos y habrán quienes vean en todo el libro sólo una rabiosa posición anticomunista disfrazada de argumentación teórica. Pero muchos, lo esperamos sinceramente, sentirán el hálito de nuevas ideas y verán expresadas sus razones, hasta ahora inconexas, inorgánicas, en un todo más o menos vertebrado. A ese grupo de hombres va dirigido fundamentalmente el libro y también a la multitud de estudiantes cubanos que tienen que pasar por el doloroso proceso de aprender “verdades eternas” en las publicaciones que vienen, sobretodo, de la URSS y observan como nuestra actitud y los repetidos planteamentos de nuestros dirigentes se dan de patadas con lo que leen en esos textos”.-

Los escritos de juventud de Carlos Marx, que colocaban la subjetividad humana en el centro de la transformación revolucionaria de la sociedad, que hacían del individuo protagonista de la lucha de clases, reicén fueron publicados en 1932. Algo parecido ocurrió con los artículos, notas, grabaciones de charlas y discusiones de Ernesto Ché Guevara durante su ejercicio en el ministerio de industrias.-

Muchos seguirán sintiéndose heridos al descubrir en Guevara un hereje, porque durante décadas lo creyeron un dogmático y ortodoxo miembro de su iglesia. No sólo en cuanto a tableteos de ametralladoras se enfrentaban Arismendi y Ernesto Guevara. También en sus visiones filosóficas y políticas acerca del proceso de transición al socialismo.-

En cambio, tanto el joven Marx como el hereje Guevara caen como anillo al dedo a quienes fuimos educados en la escuela antidogmática, irreverente e insurrecta de Raúl Sendic (padre). Expresan y vertebran el hilo conductor de nuestro sentir y el pensar de tupamaros irredentos.

Pero no sólo a nosotros. El trabajo de divulgar la herejía apunta a los oídos receptivos de las nuevas y maduras camadas de militancia que reconocen sus raíces en diversas corrientes revolucionarias, en las historias locales del trosquismo y el comunismo, del anarquismo y el movimiento tupamaro. Ellos deben recoger la bandera del Ché, que no fue solamente un gorra, un uniforme guerrillero y una carabina M-2.-

INFORMACIÓN PARA HISTORIADORES

Las jornadas de agosto de 1994, desarrolladas entorno al Hospital Filtro y que desembocaron en la masacre de Jacinto Vera, influyeron decisivamente en el análisis, opiniones y posiciones que adoptarían en adelante quienes decían sostener una intencionalidad revolucionaria y en especial, muchos de los referentes del movimiento tupamaro.

EL CHUCHO: Las informaciones difundidas a través de CX44 durante semanas y su convocatoria a defender el derecho de asilo de los cuatro ciudadanos vascos, fueron concretándose en una serie de movilizaciones, marchas, debate en la prensa y la vigilia de los últimos días frente al Filtro, hasta culminar la tarde del 24 de agosto con una verdadera pueblada.

Llegaban camiones con trabajadores (se discutió un paro general central) y con cooperativistas de FUCVAM, llegaban los vecinos organizados y los estudiantes de la Coordinadora de Secundaria. Fue realmente una multitud muy heterogénea la que respondió al llamado. Y no se estaban movilizando tras intereses inmediatos, sino por el derecho de asilo, la justicia, la solidaridad con el que lucha, motivos muy políticos e ideológicos.

El pueblo asalariado demostraba que, veinte años atrás en la huelga general, poseía una gran potencialidad para movilizarse contra el sistema de poder. Ese sistema que presionaba con las injustificadas extradiciones decretadas por el poder judicial, las extemporáneas reacciones públicas desde el gobierno y la presencia de los titiriteros españoles (el delincuente de Vera y compañía) que movían los piolines desde Jefatura.

La actitud combativa de esa multitud nos sirvió de estímulo a muchos… No era una descabellado agitar nuevamente la reforma agraria, el no pago de la Deuda, la estatización de la banca y el aumento sustancial de salarios y jubilaciones, o sea, el programa de Raúl Sendic para un gran frente desde las bases sociales. La gente había respondido.

Las jornadas de agosto de 1994 no habían sido ajenas al análisis ni al discurso interno de los grandes referentes morales y políticos del MLN y el MPP, que afirmaban en la epopeya de los ‘70 su vocación revolucionaria de los ‘90. Se había logrado movilizar la gente de los barrios, de las agrupaciones sindicales, del frente de viviendas y del frente juvenil del MPP. La 44 había cumplido con el rol de convocatoria para el cual fue creada. Se abrían perspectivas que trascendían lo exclusivamente electoral y que apuntaban a la acumulación de fuerzas en el pueblo y en la militancia.

Para otros, en cambio, la pueblada encendió luces de ¡peligro! ¡peligro!. ¿Otra vez embarcarse en un proceso insurreccional?, se preguntaban. Sobre las subjetividades obraban, y es muy humano y entendible, los dos compañeros muertos, la larga lista de heridos y los muchísimos apaleados. Sintieron la alerta roja. No querían reeditar el ’68 ni volver a sufrir las consecuencias personales de la lucha. Salieron como mangangaes sin cabeza a frenar la movilización juvenil a un mes de la Masacre. No lo lograron del todo, pero ahí comenzó su opción por lo electoral y progresista.

DISCIPLINAMIENTO: En noviembre llegaron las elecciones nacionales, el electorado quedó dividido en tres tercios y los grandes dirigentes del Frente Amplio, con el general Seregni a la cabeza, endilgaron la culpa por la derrota a los episodios del Filtro, a CX 44 y la dirección del MLN (Tupamaros).

Nadie se sentía culpable en los zonales del MLN, ni en sus agrupaciones amplias y mucho menos en las bases del MPP. Las muertes, los heridos y los lastimados corrían por cuenta de las decisiones políticas de Angel Gianola y los mandos policiales. No eran responsabilidad de la convocatoria sino de los represores salvajes.

En homenaje a las víctimas había que asegurar la continuidad y el desarrollo de la lucha con una visión revolucionaria, continuar sembrando ideas y gérmenes de poder popular. No todo eran relatos mitológicos. Algo de práctica revolucionaria se había podido plasmar en esas jornadas. No todo era puro palabrerío.

Por otra parte, en las bases del MPP-MLN predominaba un espíritu muy crítico hacia la conducción del Frente Amplio. Eran los tiempos del “centrazo” como gustaba decir Fernández Huidobro, fustigando implacablemente a Seregni y quienes lo acompañaban su viaje hacia el progresismo. Recordar que las bases del MPP se opusieron radicalmente a la formación del Encuentro Progresista; que los compañeros de Cerro Largo rechazaron de plano la candidatura de Rodolfo Nin Novoa, sosteniendo que era un oportunista.

También habían pasado cinco años de experiencia municipal frenteamplista “para todos los montevideanos”. Durante ese quinquenio, los militantes del MPP-MLN habían chocado permanentemente con el gobierno, ocupando terrenos, apoyando a los vendedores callejeros y a los trabajadores municipales. Mate Amargo y la 44 habían denunciado las gestiones bajo cuerda de Valenti para privatizar el Casino Carrasco. ¡Tráfico de influencias en el Frente! ¡No se podía creer!.

Nadie era muy “oficialista” en aquél entonces. Más bien todos estaban por el desacato a las decisiones de la Mesa Política. Las bases del MPP se imaginaban como un “polo ideológico” en el Frente-movimiento, en abierta oposición al Frente-coalición. Como una estaca clavada en la izquierda del movimiento.

Evidentemente hubo referentes tupamaros y emepepistas que, sin discutir con nadie y sin hacer público su cambio de postura, decidieron volverse acompañantes del viaje hacia el centro, el progresismo y la institucionalidad democrático burguesa. Hábil y paulatinamente fueron logrando los consensos internos, en las bases del interior sobretodo, hasta transformar la fuerza militante del MPP-MLN en un movimiento de votantes progresistas, operación muy exitosa, a la vista está.

PREGUNTAN Y PREGUNTAN…: Ahora dicen que se vive una “etapa” de acumulación revolucionaria de fuerzas desde el gobierno progresista y de su fuerza política, el Frente Amplio. Y hay montones de compañeras y compañeros que les siguen creyendo a pie juntillas.

Un poco de visión crítica, de cabeza propia, de independencia en el pensamiento, les mostraría que esa acumulación de votantes (no de ideas, no de conciencia) a juzgar por los hechos se dirige derechito al infierno.

Que gobierno y Frente no son un camino hacia una revolución social ni mucho menos. ¿Cuál es la acumulación en ideas y en conciencia revolucionaria? ¿Dónde está la acumulación en movilización y lucha?

Por el contrario, son un puente para encaminar votantes y adocenar militantes. Para que luego de haber avanzado hasta el 2004 demostrado una clara voluntad de cambio, ser llevado a consentir el matrimonio con el imperialismo, los acreedores de la Deuda, las multinacionales y los latifundistas.

Si existen diputados que crean estar acumulando hacia la revolución en el parlamento, paso seguido se les sugiere un programa en materia de derechos humanos. Antes que nada, punto cero de dicho programa, embretar al poder ejecutivo para que tome la iniciativa en el tema de juicio y castigo, instruyendo a todos los fiscales (que no son “independientes”) para que investiguen y acusen por desaparición forzosa, asesinato y tortura a todos los militares del terrorismo de estado.

Segundo punto: investigar a fondo la tortura ¿ya olvidaron al compañero violado doce veces en el Boisso Lanza? ¿ leyeron “ovillos de la memoria” producto del sufrimiento en Punta Rieles? ¿torturar no es delito?

Tercero: detener y procesar a todos los mandos policiales y a Ángel Gianola por sus responsabilidades directas, indirectas e intelectuales en los asesinatos de Fernando Morroni y roberto Facal.

Cuarto: investigar a fondo el asesinato de Rony Scarzella.

Quinto: anular la ley de caducidad de la pretensión punitiva del estado y todos los artículos de origen fascista del código penal; negarse a votar la ley de libre arbitrio para una policía que todos saben represora, torturadora y corrompida. Anular las modificaciones al delito de usurpación.

Sexto: Traer de Haití lñas tropas uruguayas que están participando en los crímenes de la MINUTASH denunciados por los organismos de DDHH.

Por supuesto, con tal actitud, un diputado termina debatiendo de frente con toda la bancada (como le ocurrió a Guillermo Chifflet) y rompiendo relaciones con los terroristas de estado organizados en logias militares y policiales. Pero…al debatir públicamente estos temas ¡cuánta gente se esclarecería! ¡cuánto se avanzaría en entendimiento político! ¡y que dignidad la del diputado!

Las bases del MPP-MLN antes no se tragaban cualquier pastilla. No crean ahora, compañeros, cuando les hacen el cuento de las ortivadas y mentiras. Pregunten a la militancia vieja del transporte, pregunten a los que soldaban miguelitos, pregunten a los que aprendieron a armar las Molotovs…a los que sacaron el ómnibus de detrás de las vallas.

Y entonces, con todos los elementos en la mano, si lo desean tráguense la pastilla, pero por decisión propia y sepan que, sin dudas, un día se verán a ustedes mismos, parados en el lugar que hoy ocupa la CAP-L. Porque ella no nació de un repollo, sino que es la culminación de un viraje iniciado en agosto de 1994 o quién sabe cuánto tiempo atrás.

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